jueves, 2 de diciembre de 2010

De deseos y bombas


-Como hacía un poco de frío, me fui al Pilar y me senté en un banco. Primero me senté en el banquito ese que está enfrente de las bombas.
- ya, pero hacía corriente, ¿no?
- Pues sí, como tienen siempre las puertas abiertas. Así que me fui para el altar mayor.
- Y te tragaste la misa.
- Chica, es que se me sentaron al lado y así apretadita y en medio de tanto fervor, entré en calor, me animé y participé y todo.
- ¿Tomaste comunión?
- No, es que me había comido una palmera de chocolate mirando las bombas.
- ¿y luego qué hiciste?
- Eché 1 euro en la mesa de iluminación y se encendieron 3 bombillitas.
- ¿y?
- Oye, ¿no te parece barato?, porque yo así de primeras pensé !Uyy qué ganga, a ver si luego me van a dar gato por liebre!
- Yo creo está por ahí el precio, pero ¿y qué pediste?
- Mira, cerré los ojos y pensé, ya verás que tonteria, pensé..
- !Venga!
- Pues que se encendiese otra bombillita. Abrí los ojos y ...
- !Había otra!
- Qué va. Yo creo que eso es más milagro que deseo y como muchas pintas de creyente no tengo.... yo que sé , vamos que me lo denegaron.
- Vaya por dios ¿Y el segundo?
- Pues mira, cerré los ojos y pensé que estaría bien no tener que desear nada.
-¿Y?
- Aquí estoy, bien, tranquila.
- Y ya está.
- Parece que sí.
- Pero ,¿tú te has visto?
- ¿Qué pasa?
- Nada no pasa nada, que pareces un muertico, eso es lo que pareces. Tira pal Pilar que te voy a arreglar este desaguisado, hombre, la próxima vez te me pides algo concreto y tangible. ¿Adónde crees que se va con esa falta de..
-¿ de deseo?
- De chicha, mujer, de chicha. Que sin eso no somos ná. ¿Cómo se te ocurre? Y si quieres ir al Pilar a mirar bombas, llámame y nos vamos juntas.